217.Un día como hoy...

Pero de 1962, George Foreman concurre a un parque de diversiones con su novia, juega a uno de esos juegos de embocar argollas, prometiéndole a su novia ganar para ella un enorme peluche con forma de elefante, luego de una media hora y con 100 dólares ya gastados George no había logrado embocar ni un solo aro, y mirando a su novia le dice “nena va a ser mejor que te lo compre mañana”, ésta muy empacada se despacha un berrinche típico de boluda que todo se le dio fácil en la vida, y sin poder hacer nada para retenerla se toma un taxi y se marcha, demás esta decir que Foreman queda realmente muy caliente y a riesgo de tomarse a golpes con el de las argollas y hacer el ridículo se marcha a tomar algo, luego de tres porrones de ginebra, con una curda morbosa y sin que se le pasara el encabronamiento, se sube a los autos chocones, y comienza a embestir e insultar a todos los demás autos, sin discriminar a nadie como lo muestra la foto, la frase que se le recuerda de esa noche es la ya popular “Para vos también hay”. Al terminar los minutos que duraba el juego en cuestión, Foreman se negaba a bajar de coche y a viva vos decía que el se iba a bajar cuando llegara a su casa, luego de una larga discusión con el dueño del parque y demostrando mayor terquedad que su novia, se queda dormido en el auto, duerme la mona como hasta las diez, orina detrás de un árbol y retorna caminando a su casa.

aclaración: en la foto, Foreman, está irreconocible.

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