
Después de unas cuantas apariciones más en los bailes sacando a las mujeres más fuleras, es convocado por el dueño de una gran cadena de estaciones de servicios para que sea la imagen de su empresa, ya que al parecer una de las chicas que sacó a bailar era nada más ni nada menos que Fernanda “la cacatúa” Esso, hija del famoso empresario.
Y es así que se convirtió del gato de los bailes, al Tigre de las estaciones, ganándose, ahora, el cariño de los chicos y montones de dinero por regalías.
aclaración: en 1954 después de una fiesta, Scholle confiesa a su suegro que todo lo que había hecho había sido solo porque perdió una apuesta, y que lo del gato era solo lo que le obligaron a hacer para pagar está. Después de esto, le pidieron la renuncia y el divorcio, pero su imagen ya era muy famosa y nunca pudo despegarse de la marca.
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