
Lo anecdótico de todo esto es que los aficionados aseguraban que Piña jamás boló en una atajada, sino más bien que su estilo era el de dejarse caer de lado, algo así como cuando se tala un árbol, y que nunca en los cinco años que atajó para “La Boliviana” detuvo un balón.
Piña años después reveló que el había ingresado al club no para atajar pelotas, sino con el objetivo de encontrar el mejor método de salir como un duque en las fotografías.
Si señores, todo un artista.
aclaración: igualmente el negro jamás salió bien en ninguna fotografía.
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