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259.Un día como hoy...
Pero de 1944 el por entonces joven Randy Mamola, gran retador del peligro, junto a su amigo Leroy Cevallos diseñan esta suerte de tobogán para carritos de rulemanes, y deciden ser los primeros en probarlo, sin bacilar y muy confiado en que los cálculos de Leroy habían sido los correctos, Randy se calza el casco y con la ayuda nuevamente de Cevallos izan el carrito hasta lo más alto. Ya en la sima y subido al coche Mamola hace un ensayo de saludo dirigido a la zona, donde pensaba él, días más tarde estaría situado su publico, y Leroy tras su señal retira las trabas, el carrito toma una velocidad endiablada, elevándose a una altura mayor a los diez metros (como se aprecia en la fotografía), pero para desgracia del joven Mamola la altura no sería la suficiente para poder alcanzar la rampa de aterrizaje, y termina impactando de lleno en el borde de la misma.
Cuenta la leyenda, que el carrito se abollo tanto alrededor del cuerpo de Mamola, que Leroy, así como los bomberos no pudieron hacer nada para sacárselo, y debió permanecer así el resto de su vida, pero no todas fueron malas, por que gracias a esta desgracia, valga la redundancia, Randy, meses después del terrible accidente, audiciona para el papel del hombre de hojalata en la que seria la primera película del Mago de Oz y consigue el protagónico, años más tarde y con algunos retoques de chapa y pintura, interpretaría también a uno de los androides de galáctica.
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