Rubén Cardozo, quien se la tenía jurada a Richar Peloso, por una quiniela que habían jugado juntos al número 88, debido a un sueño en el que Cardozo jugaba al póquer con el papa Juan Pablo II y se chapaban unas mininas, apostaron la suma de 10 pesos a cabeza y se hicieron acreedor de 700 pesos, de los cuales en la repartija a Cardozo no le toco nada, debido a que Peloso se quedara con todo, gracias a poner el cupón a su nombre. Cardozo le había pedido en reiteradas ocasiones que le diera lo que le correspondía, y Peloso se hacia el opa, luego de un mes se enfrentaron en un partido a beneficio de los sin techos, Cardozo quien se salía de la vaina, espera a Richar que venia con la pelota dominada, y subiéndose al travesaño le propina esta patada digna de Dragon Ball Z.Hoy Peloso recuerda lo sucedido y nos dice “que patada… no solo le di los 350 peso, sino que también le di la medicina del pecho, ya que me curo el asma”.
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